jueves, 23 de septiembre de 2010

Día gris


¿Quién te iba a decir que un día gris podría despertarte la felicidad que llevas bien escondida dentro de ti?
Cielo gris, suelo verde césped y un olor perfecto, una mezcla entre lluvia y candela que procede seguramente de algún alma solitaria que ha decidido quemar los recuerdos que, después de tantos años llevándolos a cuestas, ya le pesan…
En un futuro, no sé si muy lejano, seré una de esas almas… de momento prefiero sentarme rodeada de esos colores y dejar que ese característico aroma del otoño entre en mi y recordar tiempos mejores…con un poco de suerte durante este tiempo me creeré allí y seré feliz.
Respiro hondo, sonrío y abro los ojos, clavando la mirada en ese pajarillo, que por casualidad está cruzando el nublado cielo sobre mi.
Me reincorporo y sentada, poco a poco, vuelvo a la realidad, despidiéndome con una lágrima de mis recuerdos… sé que pronto volverán… no hay nada como una buena compañía en la soledad de una tarde de otoño.

3 comentarios:

  1. Me encanta, ya lo sabes. Quiero tirarme en un césped cualquiera a ver el cielo gris contigo y no sólo recordar, sino vivir recuerdos. Te quiero

    ResponderEliminar
  2. ooooh eso me gusta mucho más! si tu quieres yo me voy contigo a donde tú quieras =)

    ResponderEliminar
  3. Ese aroma que te invade está en ti y vuelve cada otoño a llamar por tu ventana... ¿ Le abrirás? Estoy segura, te quiero.

    ResponderEliminar