jueves, 23 de septiembre de 2010

Los cambios de la vida

Hace un par de años siempre me decían que desprendía mucha alegría…
Pienso en como era antes y veo como soy ahora, y ha habido un gran cambio en mi…y no siempre los cambios son buenos… en los años de transición no he estado nada mal, me gustaba la evolución que estaba teniendo…pero noto que esos años han pasado, y mi cambio ha parado… y no me gusta nada el resultado.
Transmitía alegría, en los momentos malos siempre tenía una sonrisa y no le contaba a nadie que me pasaba, no daba unos puntos de vista tan negativos… era mucho más positiva, no mostraba mis sentimientos, no era nada de cariñosa y jamás había salido de mi boca o de mis manos un “ te quiero”. Aunque más de una vez echaba de menos hacerlo y ahora me gusta… echo más de menos ser como antes… no sé como volver a cambiar, no siempre querer es poder, es como ese listado de lecciones de vida que leo miles de veces, me encantan y al rato de leerlas las olvido… ¿cambiaré de nuevo con el tiempo?

Día gris


¿Quién te iba a decir que un día gris podría despertarte la felicidad que llevas bien escondida dentro de ti?
Cielo gris, suelo verde césped y un olor perfecto, una mezcla entre lluvia y candela que procede seguramente de algún alma solitaria que ha decidido quemar los recuerdos que, después de tantos años llevándolos a cuestas, ya le pesan…
En un futuro, no sé si muy lejano, seré una de esas almas… de momento prefiero sentarme rodeada de esos colores y dejar que ese característico aroma del otoño entre en mi y recordar tiempos mejores…con un poco de suerte durante este tiempo me creeré allí y seré feliz.
Respiro hondo, sonrío y abro los ojos, clavando la mirada en ese pajarillo, que por casualidad está cruzando el nublado cielo sobre mi.
Me reincorporo y sentada, poco a poco, vuelvo a la realidad, despidiéndome con una lágrima de mis recuerdos… sé que pronto volverán… no hay nada como una buena compañía en la soledad de una tarde de otoño.